martes, 24 de septiembre de 2013

¿UTILIZA EL SENTIDO COMÚN II?

Las personas necesitamos gestionar de modo más inteligente nuestros estados emocionales. Siguiendo con las recomendaciones para una buena salud emocional es fundamental atender a dos de especial relevancia:
2º ¡Enfréntese a las cosas, no se deje abatir! En muchas ocasiones las negativas consecuencias emocionales y conductuales de los pensamientos automáticos, nos llevan a un estado de ánimo paralizante e inactivo, de inutilidad. En esos momentos es importante entender el “razonamiento emocional” de su estado de ánimo. Sus sentimientos no determinan su VALOR, simplemente demuestran su estado relativo de bienestar o malestar. Los estados internos muy malos, deplorables, no demuestran que usted sea una persona pésima, sin valor; demuestran sólo que usted piensa que lo es. ¿Diría usted que los estados de ánimo muy buenos y la felicidad prueban que usted es buenísimo y especialmente valioso? ¿O significa sencillamente que se está sintiendo bien?
Así como sus sentimientos no determinan su valor, tampoco lo hacen sus pensamientos o conductas. Algunos pueden ser positivos y mejorar su estado de ánimo; la gran mayoría son neutros. Otros pueden ser irracionales, contraproducentes e inadecuados. Estos se pueden modificar si está dispuesto a hacer el esfuerzo, pero sin duda no quieren decir ni pueden querer decir que usted nos es bueno. No existe algo semejante a un ser humano inútil.
¿Entonces, como puede uno desarrollar un sentimiento de autoestima? Lo cierto es que no tiene que hacerlo. No tiene que hacer nada especialmente valioso para crear o merecer autoestima; todo lo que tiene que hacer es acallar esa voz interior crítica que le está sermoneando. ¿Por qué? ¡Porque esa voz interior critica está equivocada! El origen de su “Masturbación” mental está en su modo de pensamiento distorsionado, ilógico.
3º Supere la tendencia a no hacer nada. Las personas no solo piensan, actúan: usted puede modificar su modo de sentir cambiando su manera de actuar.
Existe un pequeño problema: sus estados de ánimo condicionan las ganas de hacer algo no se da cuenta de la prisión emocional en la que está atrapado, esta situación se puede alargar en el tiempo, provocando aburrimiento, y falta de logro, lo que se traduce en una baja autoestima, incluso llegar a estados depresivos en mayor o menor grado.
¿Cuál es la causa real de la parálisis de su motivación?
Se lo puede imaginar ¿Verdad? Los sentimientos que impiden su motivación (ansiedad, apatía, estar abrumado), son el resultado de las distorsiones de su pensamiento.
“Para que me voy a levantar de cama, total no va cambiar nada”. “Nadie me va a llamar para emplearme”. “Soy una mierda. No tengo futuro”. Este tipo de pensamiento suena muy convincente cuando está deprimido, puesto que le inmoviliza y le hace sentir inútil, abrumado, impotente y despreciable. Usted toma estas emociones negativas como prueba de que sus actitudes pesimistas son validas  y comienza a cambiar su modo de afrontar la vida. Puesto que está convencido de que fracasará haga lo que haga, ni siquiera lo intenta, en cambio, se queda en cama. La vida se convierte en una rutina de aburrimiento, aprehensión y tristeza. Este círculo vicioso puede seguir indefinidamente a menos que sepa cómo superarlo.
Escuche esto: “El pensamiento positivo ¡No hace Nada!
Es posible que ya lo haya comprobado y no sea consciente de ello. Es posible que se sienta cansado de utilizar frases positivas en su mente y no perciba cambios más allá de sentirse motivado durante un periodo de tiempo, minutos, horas. Pero transcurrido un tiempo usted se encuentre cansado, ansioso, desanimado, culpable, inútil, abrumado, lo que le convence de que realmente es un perdedor. Su menor productividad le hunde cada vez más en un estado de parálisis. 
La relación entre sus pensamientos, sentimientos y conductas es recíproca: todas sus emociones y acciones son el producto de sus pensamientos y actitudes. Del mismo modo, sus sentimientos y sus pautas de conducta influyen en percepciones de múltiples formas. Se deduce así, que todo cambio emocional es el producto, en última instancia, de las cogniciones; cambiar su conducta le ayudará a sentirse mejor con respecto a si mismo si ejerce una influencia positiva en la forma en que usted está pensando. Por consiguiente, puede modificar su mentalidad contraproducente si cambia su conducta de manera que simultáneamente esté desmintiendo las actitudes contraproducentes que constituyen el núcleo de su problema motivacional. De igual modo, al modificar su forma de pensar se sentirá con más ánimos para hacer cosas, y esto ejercerá un efecto positivo aún mas intenso en sus modelos de pensamiento. Así, puede transformar su ciclo vicioso en un círculo virtuoso.
Son muchas las técnica y herramientas que le pueden ayudar en su proceso de mejorar la autoestima.  

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